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Tesla tiene un final anunciado.

La empresa que lidera la tecnología de autos autónomos o «piloto automático», tiene su lugar en la industria. Pero la incursión de grandes multinacionales automotrices en el segmento le pone un techo.

La nota se encuentra publicada en: https://www.lacapital.com.ar/economia/tesla-tieneunfinal-anunciado-n2693338.html

El mundo cambia y está cambiando no sólo por el efecto de la pandemia, porque el cambio climático lo está modelando. Los efectos del recalentamiento global sobre el medio ambiente son más que conocidos. No obstante, en el mundo financiero, cada vez se le da más importancia a la economía global, y en línea a esto, a las empresas y a los mercados. Ya hay estudios que indican que, sin una reducción drástica de las emisiones de carbono, y con la consecuente elevación de la temperatura global en sólo 3 grados, el PBI mundial disminuiría un 25%, lo que sería literalmente una catástrofe.

Esta situación no es un horizonte de planeamiento lejano, sino que ya está en la mente de todos los ejecutivos de empresas de países desarrollados. La razón es sencilla: si el PBI disminuye, las bolsas también caen, junto con la reducción del gasto de los individuos, y claramente también las ganancias corporativas. Así pues, el cambio climático llegó para quedarse y está jugando hoy un papel clave en la toma de decisiones corporativas para los próximos años.

Hoy, para los grandes inversionistas mundiales, las tendencias climáticas promueven que las consideraciones ambientales tienen que ser parte de sus estrategias de portfolios de corto y largo plazo. La evidencia al respecto es clara: Las empresas tienen estrategias ecofriendly proyectadas, de esta forma obtienen mejores resultados financieros, y están siendo mejores opciones a largo plazo para los inversores.

En mercados desarrollados, las empresas que reducen costos de recursos como el uso del agua, el carbono y las materias primas mejoran sus ganancias operativas hasta un 55%. Y las que se quedan atrás, son susceptibles de mayores costos por regulaciones, o en algunos casos por alta contaminación y hasta pueden ser intervenidas.

En orden de nuevos paradigmas del cambio global producto de la pandemia y el cambio climático, se perfila fuertemente le mercado de los vehículos autónomos de pasajeros y de cargas. En este sentido, hoy, cuando alguien habla de la tecnología de auto-conducción o «piloto automático», la conversación tiende a centrarse en Tesla ( TSLA ) y no mucho más.

Tesla ciertamente se ha ganado su reputación por abrir nuevos caminos en una industria previamente estancada. Los fabricantes de automóviles tradicionales han estado vendiendo productos que queman combustible mientras se gira una rueda para que vaya en la dirección correcta durante más de cien años y el reciente impulso a los vehículos eléctricos y los autos sin conductor le debe mucho a la valiente puesta en marcha de Elon Musk.

Sin embargo, el resto de la industria se ha dado cuenta y ve que las preferencias de los consumidores están cambiando a medida que la gente busca opciones más respetuosas con el medio ambiente junto con tecnología que les permita dejar que el automóvil conduzca. Tesla puede estar por delante del juego por ahora, pero el resto del grupo se está poniendo al día rápidamente y podrá ofrecer algunas ventajas que Tesla no puede.

¿Cómo está el sector mundial de los vehículos no tripulados y ecofriendly?

General Motors ( GM ) se apresuró a saltar al juego de los vehículos eléctricos y recientemente dio una actualización sobre su unidad de vehículo autónomo Cruise LLC.

Cruise es esencialmente una empresa autónoma que actuará de manera similar a Uber pero sin el conductor. El automóvil recogerá a los clientes y los dejará en los lugares deseados sin necesidad de un conductor. El resultado debería ser una base de costos más baja para la empresa, ya que obviamente no hay necesidad de pagar a un conductor. Por lo tanto, Cruise tendrá una ventaja competitiva, ya que tendrá costos más bajos a medida que se expande y muchos clientes desean una opción sin conductor.

GM espera que el negocio alcance los $ 50 mil millones en ingresos en los próximos dos años, ya que la compañía espera cobrar por los viajes el próximo año. Además, Cruise podría expandirse en 2023 dependiendo de las regulaciones en California.

Los grandes inversores, en función de las tendencias que mencionábamos más arriba, respondieron muy positivamente a la noticia y las acciones de GM subieron tras el informe, lo que hizo que General Motors cambie su rumbo estratégico, y ahora ponga de aquí en más su impronta hacia los vehículos eléctricos, software de conducción autónoma, y demás yerbas, con el objetivo de duplicar los ingresos para 2030.

Claramente, GM está lejos de ser la única empresa que desarrolla tecnología de conducción autónoma, existen otras como Qualcomm. Qualcomm ( QCOM ), adquirió recientemente la firma de tecnología automotriz Veoneer ( VNE ) por $ 4.5 mil millones . Qualcomm busca expandirse más allá de sus chips para teléfonos celulares, y la industria automotriz es ahora su principal objetivo. ¿Las empresas de tecnología van a hacer vehículos? Probablemente no, pero este tipo de cambios indica que los sectores se están reconfigurando, y las empresas de tecno muten como proveedores de varios fabricantes de vehículos (tanto de carga como de pasajeros). Es decir, que se verán fusiones y adquisiciones, que antes eran impensadas.

¿Cómo sucederá esto?

Simplemente las grandes automotrices lo que realmente aportarán a las firmas de tecnología serán economías de escala mucho más allá de donde se encuentra Tesla en este momento. Por ejemplo, firmas como Qualcomm que no tiene un historial como proveedor importante de fabricantes de automóviles, pero que si puede suministrar chips a Apple, Google y Samsung, Ford ( F ) y GM no deberían ser demasiado problema, y ahora entran dentro del target de integración de los monstruos de la industria automotriz.

Si bien Tesla ciertamente se ha convertido en un gigante por derecho propio, todavía no tiene ni cerca de la producción que tienen los mayores fabricantes de automóviles. Los comerciantes han empujado a TSLA a ser una de las 10 acciones principales por capitalización de mercado, pero sus ingresos reales son pequeños en comparación ($ 11,50 mil millones en comparación con los $ 34,20 mil millones de GM en el último trimestre). Esos números son solo más extremos cuando se comparan las ventas en el segundo trimestre, ya que Tesla entregó 201,250 vehículos en comparación con General Motors 688,236.

La realidad es que si las empresas más grandes del mundo pueden comenzar a producir vehículos eléctricos o de gasolina con tecnología similar a Tesla, el consumidor promedio probablemente se inclinará hacia GM, Ford, Toyota y otros del mundo. No porque caiga Tesla o Elon Musk, sino simplemente porque esas empresas pueden producir vehículos a un costo menor y, por lo tanto, vender el producto final al consumidor a un precio menor.

Conclusión: Tesla ciertamente tiene su lugar en la industria, ya que tiene seguidores de culto y aporta su propio grado de artesanía a sus vehículos. Sin embargo, si los titanes de la industria automotriz hacen foco en las empresas de tecnología, es poco probable que dentro de diez años los vehículos Tesla superen en número a los grandes nombres del sector.

Más de 20 años de experiencia en el sector. Experto en Ingeniería Financiera, Planificación Patrimonial Internacional y Analista Económico.

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