La plata no alcanza. Las cuentas no cierran. Lisa y llanamente es lo que desde este espacio venimos anunciando en base a análisis y estudios. El pedido del gobierno de la provincia de Buenos Aires al Bapro para «reperfilar» deuda, es una muestra clara de lo dicho.
El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Damián Bonari, elevó al directorio del BAPRO una nota para que un bono de 4mil millones que vence el 6 de diciembre se canjee por otro que vence en una año de cara a evitar una cesación de pagos, lisa y llanamente un default.
“Esta Provincia requiere a este Banco el canje de bonos de vuestra tenencia, por un nuevo bono”, indica el documento dirigido al presidente del Bapro, Juan Curutchet.
Horas antes de la elección, el pedido sorprendió a propios y extraños al menos en el ámbito estrictamente político. En lo económico es defaultear deuda provincial. Del mismo modo en que el estado nacional tocó las intocables reservas del FMI, el gobierno de la provincia más grande del país intenta con el Banco aunque éste se rige de manera autárquica.
